Consumidos desde la antiguedad, contienen una equilibrada concentración de elementos saludables. Aportan energía, proteínas, vitaminas, minerales, fibra y muchas grasas saludables (90% grasas insaturadas).
- Grasas Monoinsaturadas: reducen el colesterol, los triglicéridos y ayudan a controlar la tensión arterial. Mejoran la sensibilidad a la insulina y benefician el corazón.
- Grasas Poliinsaturadas: (Omega-3 y Omega-6) reducen el colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y previene el cáncer de colon.
Los frutos secos son muy indicados para niños, deportistas, estudiantes y personas que realizan trabajos físicos y actividades intelectuales y aptos para diabéticos. Puede tomarlos en el desayuno, como aperitivo, postre y como un sano tentempié entre comidas.
Para personas con problemas de sobrepeso u obesidad, su consumo debe ser limitado, se recomienda consultarlo con un Nutricionista.