martes, 6 de septiembre de 2011

Propiedades de la Chia


Los pueblos precolombinos conocían sus virtudes: rica en Omega 3 y previene las enfermedades cardiovasculares entre otras cosas.
- La Chía (Salvia hispánica ). es una planta originaria de áreas montañosas que se extienden desde México hasta Guatemala. Las civilizaciones precolombinas utilizaron su semilla para elaborar medicinas y conocían muy bien la importancia de la chía, la que junto a otros productos, como el maíz y alguna variedad de poroto, eran la base de su alimentación y también la dieta de sus animales. No sabían de proteínas ni ácidos grasos OMEGA 3, pero sí de sus efectos benéficos.  Con la conquista española muchas cosas quedaron en el olvido, pero 500 años más tarde la ciencia llegó a la conclusión de que las dietas precolombinas eran superiores a las que se llevan hoy en la misma región. La Chía es una planta anual de verano de la familia de las Labiatae.  Forzada en la oscuridad, los granos de chía ofrecen ahora al mundo una nueva oportunidad para mejorar la nutrición humana,  proveyendo una fuente natural de ácidos grasos Omega 3, antioxidantes y fibra dietética.
Sus granos tienen cantidades de aceite que varían entre 32 y 39 por ciento, con un alto porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados alfa-linolénico y linoleico de todos los cultivos. Le siguen el cártamo y el girasol con 75 y 65 por ciento respectivamente. Los granos de chía poseen entre 19 y 23 por ciento de proteína y son una buena fuente de vitamina B, calcio, potasio, zinc y cobre. Cabe recordar que los científicos comenzaron a investigar las propiedades de estos ácidos grasos luego de detectar que los esquimales de Groenlandia tenían baja incidencia de enfermedades cardiovasculares. Su alimentación se basaba en pescados azules, ricos en Omega 3 y se demostró que estos  ayudan a normalizar la presión arterial, reducen el colesterol y los triglicéridos y protegen el corazón, entre otros beneficios.
Las semillas de chía se puede comer fresca. Mastique bien para romper la cáscara y la liberación del sabor a nuez. Las propiedades mucilaginosas, que tienen una acción de expansión como  fuente de fibra, y muy valioso para limpiar y calmar el colon. La Chia puede actuar como una esponja, absorbiendo las toxinas, lubricando el colon y fortaleciendo la acción peristáltica. Teniendo en cuenta la alta incidencia de cáncer de colon, diverticulitis, colitis, estreñimiento crónico y el síndrome de intestino irritable en la actualidad, tenemos que compartir el conocimiento de esta planta curativa con nuestros semejantes. Las semillas de chía sirven cuando el estómago se siente mal y no va a tolerar otros alimentos, o para fortalecer el cuerpo contra los efectos exhaustivos de las temperaturas extremas del verano. La semilla ayuda a saciar la sed si se añade a un vaso de agua, una ventaja muy práctica en los veranos calientes, da sensación de saciedad, tan útil para personas que hacen dieta. La Chia se ha valorado para calmar los nervios y el fortalecimiento de la memoria. Una cucharadita de semillas a una taza de agua hirviendo se deja reposar de 5-10 minutos, tomando 2-3 tazas al día. Una cataplasma de semilla remojada se utiliza como cicatrizante.
La Chia pertenece a la familia de la salvia, el nombre viene del latín "salare", que significa salvar, en referencia a sus propiedades curativas. Las hojas de Chia (frescas o secas) sumergidas en agua hirviendo, es un té terapéutico. Utilícelo como un limpiador de la sangre y tónico, también para la fiebre, aliviar el dolor, artritis, problemas respiratorios, úlceras bucales, diarrea, diabetes, haga gárgaras para la garganta inflamada, para reducir la presión arterial, el colesterol y los niveles de triglicéridos y para fortalecer el sistema nervioso. Pruebe el té endulzado con miel y unas gotas de jugo de limón.
Su consumo más común es remojar la semilla en un vaso de jugo, agua o yogurt, por unos 10 minutos, revolverla y beberla.
La Nutricionista Jéssica Antúnez Brajovic recomienda consumir entre 15 a 25 grs diarios de semilla entera.